Una reacción química en los genes que controlan el cáncer de mama proporciona una especie de reloj molecular que podría algún día ayudar eficazmente a los científicos a determinar con más precisión el riesgo de cada mujer a padecer esta clase de tumor y proporcionar una alternativa para el tratamiento, según han descubierto investigadores del Medical Center de la Universidad de Texas Southwestern.
En un estudio publicado en el último número de la revista Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention, los científicos de la UT Southwestern muestran que un proceso químico, denominado metilación, guarda una importante correlación con el riesgo de padecer cáncer de mama y con cambios previos al cáncer en las células mamarias.
Los investigadores han determinado que la metilación actúa a modo de reloj biológico, indicando cuántas veces se ha dividido una célula. Esta información podría ayudar a los investigadores a conocer de antemano el riesgo de cáncer de cada mujer.
COMO UN RELOJ
'La forma en que una célula se divide puede hacer más grande el riesgo de cáncer', declaró el doctor David Euhus, profesor de oncología quirúrgica. 'Monitorizar los niveles de metilación podría dar a los investigadores un medio de ver con qué frecuencia las células se dividen y cómo funciona ese reloj en cada mujer. Una vez que ese reloj llega a una hora determinada, el cáncer de mama es más probable', explicó en declaraciones a la web de la Universidad de Texas, recogidas por otr/press.
Durante la metilación, pequeñas moléculas llamadas grupos de metilo se sujetan a un gen y lo desactivan. Estudios previos del doctor Euhus habían mostrado que aparentemente las células mamarias normales en las mujeres con cáncer de mama habían incrementado la metilación de un gen supresor del tumor denominado RASSF1A. En el nuevo estudio, este experto quiso estudiar si la metilación de RASSF1A y otros genes se incrementaban durante la etapa fertil de la mujer.
El estudio, realizado sobre 164 mujeres --con cáncer de mama, en riesgo alto de padecerlo, y en riesgo bajo-- indicó que la metilación de RASSF1A y otros genes se incrementaba durante los años de fertilidad, hasta al menos la edad de 55 años, lo que sugiere que este proceso es, ciertamente, un reloj molecular que graba la historia de la división celular.
'Curiosamente, tener niños de joven, que se acepta como un factor para reducir el riesgo de cáncer de mama, se asocia con una reducción en la metilación de algunos genes', advirtió este especialista, que además sostiene que interferir en el proceso de metilación puede ser la clave para una nueva forma de reducir el riesgo de cáncer de mama.
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