La Asamblea Mundial de la Salud anual llevada a cabo el sábado adoptó una estrategia mundial destinada a llenar el vacío en investigación para enfermedades que afectan a los países en desarrollo que coloca al organismo de Naciones Unidas en el centro de la formulación de políticas de propiedad intelectual mundial, y, a pesar de las concesiones, constituye el documento más importante en materia de propiedad intelectual y salud pública en años, según estimaron fuentes que participan en la redacción del documento.
“Es el documento más importante desde la Declaración de Doha sobre salud pública”, afirmó un negociador oficial de un importante país en desarrollo. “El documento abarca muchos temas que, en cierta medida, no fueron tratados en la Declaración de Doha”.
Dicha Declaración emitida en la reunión ministerial de 2001 de la Organización Mundial del Comercio (OMC) celebrada en Doha, en Qatar, reafirmó las flexibilidades para aplicar las normas del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de 1994 de la OMC disponibles para los países en desarrollo.
Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en sus comentarios de clausura en la sesión plenaria de la Asamblea, consideró que el resultado sobre propiedad intelectual e innovación fue un “enorme paso hacia delante”. Con él, señaló, “la salud pública avanza hacia la satisfacción de dos necesidades fundamentales y de larga data: mejorar el acceso a las intervenciones existentes e incluir enfermedades de los pobres en la vocación de desarrollar nuevos productos”.
“Éste es un gran adelanto para la salud pública, y los felicito a todos”, dijo Chan. “Es un adelanto que beneficiará a millones de personas durante muchos años. Constituye una contribución a la imparcialidad en la salud y es salud pública preventiva en su esplendor”.
Los defensores de la salud y algunos funcionarios de países en desarrollo también elogiaron el resultado, a pesar de las modificaciones significativas que se realizaron durante las negociaciones. Al parecer, los grupos industriales y los países desarrollados no hicieron comentarios sobre el resultado.
James Love, Director del grupo defensor de la salud Knowledge Ecology International (KEI), señaló lo siguiente posteriormente: “Seis años y medio después de la Declaración de Doha y cinco años después de la creación de la Comisión de Derechos de Propiedad Intelectual, Innovación y Salud Pública (CIPIH), la OMS ha logrado un gran avance para cambiar la manera en que pensamos sobre la innovación y el acceso a los medicamentos”.
Love denominó al resultado “un documento extenso y sustantivo”, que refleja el consenso sobre temas difíciles, “en ocasiones con una claridad impresionante”, que “hasta hace poco tiempo se consideraban controvertidos”.
La nueva estrategia mundial y plan de acción sobre salud pública, innovación y propiedad intelectual de la OMS también reafirma las flexibilidades previstas en el Acuerdo sobre los ADPIC, exige que se observe el impacto de las medidas comerciales sobre la salud y contiene un nuevo párrafo sobre las políticas de competencia a fin de prevenir la violación de los derechos de propiedad intelectual, entre casi 50 disposiciones.
Algunos elementos clave de la estrategia incluyen proporcionar una evaluación de necesidades sanitarias en los países en desarrollo e identificar las prioridades de investigación y desarrollo; aplicar posibles planes de incentivos para la investigación y el desarrollo; mejorar la capacidad de investigación y desarrollo en los países en desarrollo; impulsar la transferencia de tecnología; ampliar el acceso a todos los productos de salud y asegurar la financiación sostenible para la investigación y el desarrollo en los países en desarrollo.
Una de las metas principales es fomentar la investigación y el desarrollo que afectan de manera desproporcionada a las personas de los países en desarrollo, así como las enfermedades que afectan tanto a naciones ricas como pobres.
“La estrategia, si se aplica, abordará el acceso equitativo y una necesidad de larga data de innovación sostenible”, Elil Renganathan, quien dirige el esfuerzo de propiedad intelectual y salud pública en la OMS, informó a los periodistas el miércoles. “Estamos muy entusiasmados”.
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