Un equipo de investigadores del Laboratorio de Biología Molecular del Hospital Universitario La Fe, de Valencia, ha descrito 13 nuevas mutaciones patogénicas en los genes BRCA1 y BRCA2, implicados en el desarrollo del cáncer hereditario de mama y ovario. Los datos, publicados en Breast Cancer Research and Treatment, también han permitido detectar cuatro nuevos grandes reordenamientos en estos genes.
Los pacientes con cáncer de mama o cáncer de ovario pueden presentar alguna de las alteraciones descritas en estos genes y transmitir dichas mutaciones a la mitad de sus descendientes directos. En la práctica, esto genera a las mujeres afectadas una posibilidad del 60-80 por ciento de sufrir cáncer de mama y del 15-45 por ciento de ovario.
Mutaciones puntuales
Pascual Bolufer, jefe de Sección del Laboratorio, ha destacado que "este estudio, además de ampliar el espectro de mutaciones a nivel mundial, remarca que en estos genes no existen zonas calientes, es decir, espacios donde exista una mayor incidencia mutacional". Además, es una nueva muestra de que "hay que concienciarse de que es necesario indagar sobre los grandes reordenamientos".
El estudio se ha realizado sobre 620 familias, seleccionadas por las cuatro unidades de consejo genético de la región, por ser susceptibles de presentar casos de cáncer hereditario. A partir de muestras de sangre periférica se han empleado dos metodologías para conocer el espectro mutacional: PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para el estudio de mutaciones puntuales y MLPA (Multiplex ligation-dependent probe amplification assay) para el estudio de grandes reordenamientos.
"En aquellos casos en que no detectábamos mutaciones pequeñas establecíamos el proceso mediante la búsqueda de grandes reordenamientos. De hecho, ambos aspectos son potencialmente igual de dañinos", ha matizado.
Según los datos de los investigadores, en nuestro país los grandes reordenamientos "pueden incidir en el 2-3 por ciento de los casos, lo cual contrasta con países como Holanda, donde aparecen en el 10-20 por ciento, pero ello no significa que, una vez que indaguemos más, nuestro porcentaje se incremente".
Efectos desconocidos
Según Pascual Bolufer, el estudio también ha permitido detectar variantes de efecto desconocido, "mutaciones que, por sus características moleculares, pueden ser o no causantes de cáncer y que deben ser estudiadas". Para conocer su relación, "se necesitan familias muy extensas", además de realizar "una serie de pruebas biológicas que permitan comprobar si se expresa el ARN o si está truncado, y estudios informáticos para sondear si es una mutación que altera la unión intrón-exón u otros aspectos". Bolufer ha remarcado que "estas variantes abren un campo de investigación muy importante y, de hecho, otros grupos ya han descrito algunas que son patogénicas".
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