La investigación indicó que la relación entre la depresión y la diabetes tipo 2, la forma más ligada a la obesidad y el estilo de vida sedentario, sería como una carretera de doble mano. No sólo la diabetes puede conducir a la depresión, sino que la depresión puede generar diabetes.
Los investigadores estadounidenses dirigidos por la doctora Sherita Hill Golden, de la Escuela de Medicina de la Johns Hopkins University en Baltimore, evaluaron a un grupo de 5.000 personas de entre 45 a 84 años, de diversas etnias, por unos tres años.
El equipo halló que las personas con síntomas de depresión eran un 42 por ciento más propensas a desarrollar diabetes al final del estudio que aquellas sin síntomas. También hallaron que cuanto más graves eran los síntomas, mayor era el riesgo de diabetes.
Los expertos tomaron en cuenta factores como la obesidad, la falta de actividad física y el tabaquismo y descubrieron que el riesgo de diabetes aún era un 34 por ciento mayor en los pacientes con depresión.
"Cuando observamos a las personas de nuestro estudio que tenían síntomas elevados de depresión, éstas eran más propensas a consumir más calorías, ejercitar menos y solían ser fumadoras. Y como consecuencia, también eran más obesas," dijo en una entrevista telefónica Golden, cuyo estudio fue publicado en Journal of the American Medical Association.
"Y todos esos son factores de riesgo de la diabetes tipo 2. Por lo que parece que esas conductas sanitarias riesgosas asociadas con los síntomas de la depresión eran un componente importante de la relación (entre la depresión y la diabetes)," agregó.
Golden manifestó que la depresión también incrementa los niveles de hormonas del estrés, como el cortisol.
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