Métodos
Recolección de datos
Se utilizó la base de datos del Sistema de Información de Salud Pediátrica que incluye los datos de 42 hospitales de niños. Esta base de datos cuenta con la Internacional Classification of Disease, Ninth Revision, Clinical Modification (ICD-9-CM, código numérico que identifica diferentes enfermedades, resultados de laboratorio, etc.). Se seleccionaron los pacientes que fueron dados de alta con diagnóstico de enfermedad por influenza entre los años 2001-2006.
Pacientes
Este estudio incluyeron pacientes pediátricos de hasta 18 años de edad, dados de alta con diagnóstico de infección por virus influenza. Además, debido a que el diagnóstico de enfermedad por este virus en ocasiones es poco específico, también se incluyeron otros diagnósticos (según el ICD-9-CM) que pudieran ser causados por el virus influenza. Se incluyeron la infección viral inespecífica, otitis media inespecífica, varias condiciones respiratorias agudas, neumonía sin aislamiento de germen, bronquitis, fiebre y tos.
Los análisis de laboratorio para realizar diagnóstico de infección por virus influenza y las comorbilidades que aumentaban el riesgo de enfermedad severa también fueron codificados por el ICD-9-M, logrando recavar los datos necesarios.
Resultados
Se identificaron aproximadamente 14.000 niños internados con virus influenza y 170.000 con virus influenza o una enfermedad respiratoria. Cerca del 15% de las internaciones con influenza y 21% de las internaciones con influenza o enfermedad respiratoria tuvieron una comorbilidad asociada con un riesgo aumentado de complicaciones de la infección por virus influenza. De esos dos grupos, el 16% y el 12% respectivamente tuvieron una internación previa durante la última temporada de vacunación antigripal. En total, 1624 niños fueron identificados con diagnóstico de enfermedad por influenza (test diagnóstico con resultado positivo). De ellos, 232 niños tuvieron una internación previa durante la última temporada de vacunación antigripal.
Aproximadamente el 23% de los niños con internación con influenza y una comorbilidad tuvieron una internación previa durante la última temporada de vacunación, mientras que el 17% de aquellos con influenza o enfermedad respiratoria y una comorbilidad tenían una internación previa. Más del 85% de los pacientes con una internación previa tuvieron un período de más de 4 semanas hasta que volvieron a ingresar al hospital.
Discusión
Se realizaron estudios en adultos jóvenes donde se observó que cerca del 38% eran internados luego de la temporada de vacunación (el 21% se internó durante la misma). Estudios posteriores demostraron que el 39 al 46% de los adultos mayores internados para tratamiento de enfermedad respiratoria por influenza fueron dados de alta durante la temporada de vacunación. Aquellos con alguna condición aumentada para sufrir infección por virus influenza tuvieron mayor riesgo de internación por enfermedad respiratoria asociada a ese virus, pero tuvieron menos posibilidades de estar vacunados que aquellos sin condiciones de riesgo.
De esto y de otros estudios se desprende la recomendación del Centro de Prevención y Control de Enfermedades, que los pacientes no vacunados de todas las edades con condiciones de riesgo y personas de 6 meses a 4 años o mayores de 50 años de edad internados en cualquier momento, comiencen con la vacunación a partir del momento que se disponga de la vacuna para la próxima temporada y se continúe con la vacunación, se debe ofrecer y fomentar enérgicamente la vacuna antigripal antes que se de el alta.
Los médicos ahora recomiendan la vacuna antigripal a todos los niños de 6 a 59 meses de edad, dando dos dosis si es el primer año de vacunación. A pesar de esto, la tasa de vacunación en niños con condiciones de riesgo para sufrir complicaciones de la infección por virus influenza permanece inaceptablemente baja. La cobertura de vacuna antigripal durante los años 2004/2005 en niños de 2 a 17 años con asma fue de 29%. La cobertura durante los años 2005/2006 en niños de 6 a 23 meses de edad fue del 6,6% al 60% para más de una dosis y del 2,3% al 43% para dos dosis.
La implementación de la recomendación en el uso de la vacuna antigripal posiblemente ha sido dificultada por la falta de suministro de vacunas, la preocupación en el uso del thimerosal y la confusión para reconocer la población prioritaria para la inmunización. Con el aumento en la disponibilidad de la vacuna y la evidencia que la vacuna es efectiva en la edad pediátrica, los médicos e instituciones deben desarrollar medidas innovadoras para aumentar la tasa de vacunación anual, particularmente en niños con alto riesgo de complicaciones debido a su edad o condiciones médicas. Las instituciones pediátricas deben también considerar programas dirigidos a la vacunación de los contactos en el hogar de pacientes de alto riesgo, especialmente aquellos de niños mayores de 6 meses, debido a que estos niños son muy pequeños para recibir la vacunación.
Comentario
Este estudio tuvo ciertas limitaciones. Por ejemplo, se pudo subestimar las internaciones previas de los pacientes, ya que pudieron estar internados en otros hospitales.
A pesar de esto remarca la importancia de la vacunación antigripal en los pacientes internados, sobre todo a aquellos que se encuentran allí durante la temporada de vacunación. Se debe priorizar a los niños con condiciones médicas que aumenten el riesgo de sufrir complicaciones por influenza. La vacuna antigripal demostró ser efectiva para evitar estas complicaciones y se deben implementar las medidas necesarias para que todos los pacientes tengan acceso a ella.
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