jueves, 15 de mayo de 2008

Probarán en Rosario una nueva terapia para el cáncer de mama

Próximamente iniciarán en Rosario un estudio clínico en 15 mujeres con cáncer avanzado de mama para probar los efectos de una novedosa modalidad terapéutica que utiliza dosis bajas de quimioterapia, administrada a intervalos regulares, en forma crónica.

De la investigación participarán oncólogos clínicos junto a investigadores del Instituto de Genética Experimental de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario.

El objetivo de la investigación es comprobar la eficacia de esta terapia en lograr la regresión o estabilización de la enfermedad sin que afecte la calidad de vida de las pacientes. La modalidad terapéutica demostró la reducción de los tumores y efectos antimetastásicos en la experimentación con roedores.

La experimentación clínica con la denominada terapia metronómica no prevé la utilización de nuevas drogas. Por el contrario, una de las drogas utilizada es de uso frecuente en quimioterapia (ciclofosfamida) que en lugar de indicarse en dosis elevadas, de alta toxicidad, en corto tiempo, recurre a la posibilidad de indicarla en dosis pequeñas pero continuadas en el tiempo.

La responsable de la investigación básica en ratas y ratones es la doctora en bioquímica Graciela Scharovsky, jefa de la Sección Oncología Experimental del Instituto de Genética Experimental de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, quien viene experimentando en esta modalidad desde el 2002. "Trabajamos con el concepto de que el cáncer es una enfermedad crónica entonces tenemos que pensar en tratamientos crónicos —dice Scharovsky—. Normalmente se hacen tratamientos agudos, cosa que no descartamos, complementados luego con una terapia que podría ser de por vida", agrega.

La quimioterapia metronómica o antiangiogénica inhibe los vasos sanguíneos que irrigan al tumor, impidiéndoles crecer. "Si bien no lo elimina totalmente, impide que el tumor crezca", aclara Scharovsky.

Primeras experiencias. Los primeros trabajos en terapia metronómica se enfocaron a la experimentación con ratas afectadas por linfomas y sarcomas. Los resultados entusiasmaron a los investigadores que lograron la erradicación total de los tumores sin que prácticamente se observaran recurrencias.

"Este nuevo paradigma de tratamiento apunta a no dar la máxima cantidad de droga tolerada por el paciente para eliminar la mayor cantidad de células posibles. Los tumores son heterogéneos por más que se originen a partir de una única célula, y también es heterogénea la respuesta a la quimioterapia. En cambio este nuevo concepto terapéutico se sustenta en el principio de que dosis más bajas, administradas regularmente, pueden ser efectivas para mejorar la supervivencia de los pacientes", asegura la científica.

A partir de los resultados obtenidos en ratas con tumores de sarcoma y linfoma el equipo de la doctora Scharovsky centró la investigación en el efecto de la quimioterapia metronómica en ratones portadores de adenocarcinomas de mama, un tipo de tumor frecuente en la mujer. "Con estos animales probamos terapias combinadas: un agente quimioterapéutico habitual (ciclofosfamida), en dosis bajas, sumadas a drogas antiinflamatorias con efecto antiangiogénico", cuenta Scharovsky.

"Con esto conseguimos disminuir el crecimiento del tumor y también un efecto antimetastásico", agrega.

Si bien en ratones los investigadores certificaron cuál es la mejor dosis posible para lograr un efecto antitumoral sin toxicidad, en humanos esto aún es una incógnita que será develada a partir del estudio clínico previsto.

En razón de que la ciclofosfamida cuando se da en dosis altas destruye el sistema inmune, pero cuando se administra en dosis bajas, lo estimula, los investigadores evaluaron también probarla en animales sin timo (nude) incapaces de desarrollar una respuesta inmune.

"El modelo empleado demostró que la quimioterapia metronómica con ciclofosfamida ejerce su efecto antitumoral, no sólo inhibiendo la angiogénesis, sino modulando la respuesta inmune", cuenta. Además los estudios de toxicidad comprobaron la inocuidad cardíaca y hepática.

"Existen mecanismos de las células tumorales que escapan a la detección y acción del sistema inmune. Nuestra modalidad terapéutica podría vencer esa resistencia", remarca finalmente la investigadora.

Los resultados de estos trabajos fueron presentados recientemente por la investigadora en el congreso de la American Association for Cancer Research efectuado en San Diego, Estados Unidos.

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