sábado, 24 de mayo de 2008

Los expertos vaticinan un «túnel muy largo» hasta la vacuna contra el sida

Un cuarto de siglo después de la identificación del virus del sida, el Instituto Pasteur de París ha reunido a varios centenares de investigadores, epidemiólogos y médicos, entre ellos Luc Montagnier, descubridor del virus, y Robert Gallo, que probó su responsabilidad en el desarrollo del síndrome, y la conclusión común entre los expertos es que será necesario mucho tiempo todavía para desarrollar una vacuna.
Tanto es así que «a pesar de considerables avances en este campo, los investigadores seremos juzgados por lo que seamos capaces de hacer en los próximos veinticinco años para vencer al sida», afirmó Anthony Fauci, del Instituto Nacional de la Alergia y las enfermedades Infecciosas (EE.UU.). En el mismo sentido, Simon Wain-Hobson, investigador del Instituto Pasteur, aseguró que «no habrá una solución inmediata... el túnel va a ser muy largo, pero podemos ver un punto de luz al final», informa Afp.
Gran capacidad de mutación
Tras casi tres décadas de pandemia y a pesar de los más de mil millones de dólares invertidos cada año en investigación, que han hecho de este virus el más estudiado de la historia, el más avanzado intento de obtener una vacuna se reveló el pasado septiembre como un fracaso en toda regla. Aunque algunas líneas de investigación permanecen abiertas para desarrollar otros tipos de vacunas, la gran capacidad de mutación del virus convierte esta tarea en una misión muy complicada: «En una sola persona infectada se presentan más variaciones genéticas del virus que en una epidemia mundial de gripe», aseguró ayer Gary Nabel, científico del Centro de Investigación de Vacunas de Bethesda (EE.UU.).
Se han realizado también grandes avances en el tratamiento del síndrome, hasta casi convertirlo en una enfermedad crónica. Aun así, Robert Gallo advirtió de que «es necesario huir de cualquier triunfalismo, ya que el sida tiene una capacidad de aniquilación semejante a un gran tsunami que se llevase por delante doscientas mil vidas cada mes». Gallo subrayó, en este sentido, que la imposibilidad de acceder a los tratamientos en la mayor parte del mundo en desarrollo es tan grave como el riesgo de banalizar la pandemia que podemos observar en Occidente desde hace unos años.
El científico que aisló el virus, Luc Montagnier, lamentó por su parte «que no estemos celebrando ahora el final de la pandemia, en lugar de los veinticinco años del descubrimiento del virus... Es desalentador que las cosas no vayan más deprisa». En cuanto al desarrollo de vacunas contra el sida, Montagnier mostró su esperanza «a medio plazo, de una vacuna terapéutica que restaure el sistema inmunitario de los pacientes, y puede que un día haya una vacuna preventiva».
Veinticinco años desde el aislamiento del virus, y veinticinco millones de muertos. La investigación progresa, pero la pandemia lo hace todavía a mayor velocidad: por cada enfermo que accede al tratamiento hay tres nuevos infectados en el mundo.

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