(Crédito: Getty Images / Imagen de Archivo) |
Se trata de un sostén que tiene un microprocesador en su interior y recibe la señal de dos sensores infrarrojos que evalúan la temperatura de los senos y envían alertas dependiendo de estado de los mismos, según le explicó a CNN en Español el profesor Jorge Hernán Estrada, director del proyecto de investigaciones de Redes de Distribución y Potencia (GREDYP) de la Universidad Nacional con sede en Manizales, una ciudad a 290 kilómetros de Bogotá.
El proyecto, que se encuentra en etapa de investigación, va dirigido a prevenir el cáncer de mama a través de la detención temprana de la enfermedad.
Este invento nace como una alternativa al conocido autoexámen que hacen las mujeres en su casa y que, según el director del proyecto, es impreciso ya muchas mujeres no están de capacitadas para dicho procedimiento.
Luces de alerta
En una mujer sana la termodinámica de ambos senos debe ser idéntica, explica el profesor Estrada. Cuando existen células malignas éstas piden más sangre y más oxígeno y aumenta la temperatura de la región, lo que indica que hay un desbalance.
“Un seno con comportamiento diferente al de su compañero puede indicar que está iniciando un proceso que debe ser investigado más a fondo por el médico”, dijo el profesor Estrada.
La mujer debe ponerse el brasier y encenderlo con un botón oculto que inicia la prueba. Un minuto y medio después los resultados se muestran a través de tres bombillos de diferentes colores.
Si se enciende el botón verde, significa que no hay indicios de anormalidades, es decir, la paciente está bien. Si la alerta es amarilla, el examen debe repetirse; pero en caso de que el bombillo sea rojo “es una señal de consejo a la mujer para que vaya a donde su médico”, dijo el investigador.
El brasier debe ser usado una vez a la semana para hacer este examen.
Más pruebas
El proyecto que inició en marzo de 2016 y del que hacen parte dos estudiantes de ingeniería electrónica de la Universidad Nacional —Maria Camila Cortés y María Jaramillo—, se encuentra en la primera fase de prueba.
En el estudio se tomaron datos en 189 mujeres: 166 mujeres sanas, 12 con alguna patología mamaria diferente de cáncer de mama, cuatro con cáncer y siete con mastectomía, según datos de la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia.
En los próximos meses se iniciará la segunda etapa del proyecto en Bogotá en la que se espera contar con más mujeres que sufran de cáncer de seno para ampliar los resultados de la investigación.
Según el profesor Estrada, una vez termine la parte de investigaciones del proyecto —en 2017— la prenda se podría comercializar a un muy bajo costo: unos 40.000 pesos colombianos (unos 12 dólares), lo que aumentará la posibilidad de que las mujeres detecten anomalías en sus senos de manera temprana.
El proyecto se adelantó con especialistas el hospital de Caldas y un grupo interdisciplinario de ingenieros para la construcción del mismo.
Vía: http://cnnespanol.cnn.com/
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