“Las mujeres siempre cuidamos de todo el mundo y lo de nosotras siempre lo dejamos para el último”, dijo Nereida McCulley-Breustedt, una sobreviviente de cáncer de seno.
A pesar de que McCulley era una enfermera certificada desde mucho antes de ser diagnosticada, dejó pasar dos años entre una mamografía y otra y cuando fue a revisarse se dio cuenta que tenía cáncer. Duró cinco años bajo el medicamento como parte del tratamiento para combatir tumores dependientes del estrógeno en el cáncer de mama.
“Tuve un sueño con dos amigas que murieron de cáncer de mama, al día siguiente me fui a hacer la mamografía y gracias a Dios que lo hice sino ahora no estaría para contarlo”, dijo McCulley.
El cáncer de mama es el más común en las latinas, de acuerdo con estadísticas nacionales, 14.200 hispanas serán diagnosticadas este año.
Esta sobreviviente aconseja el autoexamen mensual, un examen anual con el doctor y dar seguimiento a los resultados de las mamografías. Ahora ella es voluntaria de la Sociedad Americana del Cáncer y una de las fundadoras de Guildas Club, el cual es un grupo de apoyo para mujeres que han sido diagnosticadas o son sobrevivientes.
“Con la familia uno no puede hablar. Cuando a ti te diagnostican con cáncer es como si a tu familia también, están muertos de miedo y uno no quiere preocuparlos más”, dijo McCulley.
Fuente: pontealdia.com
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